SUPERANDO EL BURNOUT: SANANDO LA VIDA MENTAL DEL POLICÍA
Por: Mgtr. Elisa Bósquez de Mattatall

6-ways-to-beat-it-career-burnoutEl “Burnout” es un síndrome de desgaste emocional y psicológico padecido por los profesionales que se dedican a lidiar con personas que presentan distintas problemáticas sociales de nuestra sociedad. El policía es uno de los principales afectados por este problema que se caracteriza por la presencia, (en primera instancia leve, pasando por moderada, hasta llegar a grave), de un marcado agotamiento emocional producto de la interacción constante con la delincuencia y todas sus manifestaciones y ramificaciones que desafortunadamente abunda en nuestro medio.

Este contacto le lleva a utilizar un mecanismo defensivo caracterizado por el trato igualmente violento, cruel y errático que le distancia de aquéllos ideales que inicialmente le llevaron a optar por ser policía. Hasta que finalmente el policía puede optar por abandonar el ejercicio de su carrera o permanecer en ella manteniendo relaciones y decisiones que le afectan a él y al área de trabajo por lo que este síndrome tiene características epidémicas, dado que “se contagia” cuando un policía “observa” el comportamiento de otro policía afectado por el síndrome.

Las instituciones deben proveer al policía de todas las herramientas necesarias que le permitan a éste hacer un alto y analizar periódicamente cómo le está afectando su trabajo. Hay que destacar que el policía ve a diario el sufrimiento de familiares que pierden a un ser querido por un homicidio o un suicidio, mujeres y niños violadas, personas muertas en accidentes, reciben insultos de una sociedad que muchas veces no actúa como aliada del policía, entre tantas otras situaciones personales. Por consiguiente, su respuesta psíquica será bloquear situaciones de trauma extremo a las que está expuesto. Todas estas situaciones no resueltas pasan a un banco de traumas emocionales que le va a pasar, tarde o temprano, una deuda de intereses impagables si no se interviene a tiempo.

El policía, como principal agente encargado de la seguridad social y física de los ciudadanos necesita de manera casi obligatoria de un soporte emocional y psicológico que le permita canalizar las emociones que su trabajo diario le genera, reorganizar sus estilos de afrontamientos utilizando recursos más sanos y todo esto redundará en un mejor servicio a la comunidad.